Quizás no lo sepas, pero Corfú es una isla conocida a nivel mundial por su aceite de oliva de primera calidad.
Durante la ocupación veneciana en Corfú (a partir del siglo XV), se obligó a los corfiotas a sustituir todos sus cultivos por olivos. Así fue como los olivares llegaron a dominar el paisaje de la isla.
Hoy en día hay más de 4 millones de olivos en Corfú, algunos de ellos de más de 500 años y, en muchos lugares, han formado densos bosques en los que los rayos del sol apenas pueden entrar.
Además, estos olivos son muy altos, lo que hace que la fruta sea muy difícil de recolectar de manera tradicional.
Lo que hacen los corfiotas es esperar, de octubre a marzo, a que se caigan todos los frutos y, por el hecho de pasar tanto tiempo en el suelo, este aceite de oliva tiene una gran acidez. Además, por culpa de la larga espera, los olivos de Corfú florecen cada dos años.
Todo esto hace que el aceite de oliva sea muy exclusivo y que hacer una degustación durante tu viaje sea una experiencia que te ayude a conectar con las costumbres locales. Por eso, hay diferentes tours en los que puedes disfrutar de un paseo por olivares centenarios y probar aceites de oliva de gran calidad.